FRANCISCO GARCÍA
Le gusta descubrir el cine, la música y los libros a su ritmo, torpemente y sin orden; igual que corre por las mañanas. Escucha a Aristegui para informarse y Radio Fórmula e Imagen sólo para hacer corajes.
Bebe cerveza desde los 12 años, y aunque le gustan las IPA, sus favoritas siguen siendo las que no le cuestan. Recuerda con orgullo que, en la inauguración de una exposición fotográfica en Tepito, hizo una fila de cinco minutos para que le llenaran su vaso de caguama. La fila, sin embargo, era de gente que esperaba estrechar la mano de Carlos Monsiváis. Al llegar su turno, le hizo una mueca al Monsi, y éste le dijo dónde quedaban las chelas.
Entre otras cosas, estudió Ciencias de la Comunicación en la UNAM, francés en el CELE, hizo un diplomado de fotografía digital en la Activa y aprendió portugués en el Centro Cultural de la Embajada de Brasil en México, que finalmente le acreditó el nivel Avanzado en la prueba CELP-BRAS.
En 2005, Azucena le invitó a trabajar sincronizando los subtítulos de las películas que integraron esa edición del FICCO. Desde entonces Batman y Robin, Sócrates y Casagrande, el Quijote y Sancho Panza, Ivonne e Ivette, Ortega y Gasset, Trinidad y Tobago, se quedan pendejos.
En 2007, ingresó a Nueva Era Films donde revisaba, almacenaba y reparaba películas para su proyección. Siete años más tarde, al abandonar esta empresa ya se encargaba de las tareas de programación en los circuitos comercial y cultural. Para entonces el DCP ya había desplazado a las antiguas cintas en 35 milímetros.
En 2014 completó su primer maratón y en 2015 se cayó de un primer piso un día antes de arrancar el Festival Internacional de Cine de Morelia. El video aún se comenta entre sus enemigos.
En 2016, participó en el comité organizador de los juegos olímpicos y paralímpicos Río 2016, como interprete entre atletas-prensa acreditada y atletas-cuerpo médico en exámenes antidoping. Su reconocimiento como voluntario le significó más que las dos preseas de oro que México obtuvo en su presencia. No lloró al escuchar el himno nacional en las ceremonias de premiación.
Previo al referéndum por la independencia de Cataluña, en 2017 comenzó sus estudios de catalán, en el Orfeó Català de Méxic. Y desde 2018 estudia italiano en el Istituto Italiano de Cultura, actualmente cursa el nivel B2.
Bebe cerveza desde los 12 años, y aunque le gustan las IPA, sus favoritas siguen siendo las que no le cuestan. Recuerda con orgullo que, en la inauguración de una exposición fotográfica en Tepito, hizo una fila de cinco minutos para que le llenaran su vaso de caguama. La fila, sin embargo, era de gente que esperaba estrechar la mano de Carlos Monsiváis. Al llegar su turno, le hizo una mueca al Monsi, y éste le dijo dónde quedaban las chelas.
Entre otras cosas, estudió Ciencias de la Comunicación en la UNAM, francés en el CELE, hizo un diplomado de fotografía digital en la Activa y aprendió portugués en el Centro Cultural de la Embajada de Brasil en México, que finalmente le acreditó el nivel Avanzado en la prueba CELP-BRAS.
En 2005, Azucena le invitó a trabajar sincronizando los subtítulos de las películas que integraron esa edición del FICCO. Desde entonces Batman y Robin, Sócrates y Casagrande, el Quijote y Sancho Panza, Ivonne e Ivette, Ortega y Gasset, Trinidad y Tobago, se quedan pendejos.
En 2007, ingresó a Nueva Era Films donde revisaba, almacenaba y reparaba películas para su proyección. Siete años más tarde, al abandonar esta empresa ya se encargaba de las tareas de programación en los circuitos comercial y cultural. Para entonces el DCP ya había desplazado a las antiguas cintas en 35 milímetros.
En 2014 completó su primer maratón y en 2015 se cayó de un primer piso un día antes de arrancar el Festival Internacional de Cine de Morelia. El video aún se comenta entre sus enemigos.
En 2016, participó en el comité organizador de los juegos olímpicos y paralímpicos Río 2016, como interprete entre atletas-prensa acreditada y atletas-cuerpo médico en exámenes antidoping. Su reconocimiento como voluntario le significó más que las dos preseas de oro que México obtuvo en su presencia. No lloró al escuchar el himno nacional en las ceremonias de premiación.
Previo al referéndum por la independencia de Cataluña, en 2017 comenzó sus estudios de catalán, en el Orfeó Català de Méxic. Y desde 2018 estudia italiano en el Istituto Italiano de Cultura, actualmente cursa el nivel B2.