En esta ocasión se debía particularmente a que al día siguiente estaríamos en la inauguración de la Semana de cine alemán en el Teatro de la Ciudad. Hemos tenido varias proyecciones con subtitulaje electrónico ahí, y la película la revisamos varias veces antes de la función. Aun así, los nervios acudieron a la cita, es el recinto el que impone, pero también la cantidad de gente, la importancia de la función, estar en el ensayo, saber que no somos perfectos y podemos equivocarnos, imaginar que algo sale mal.
Y así podría seguir pensando un montón de cosas que podrían suceder, la maquinaria de la mente una vez puesta en marcha no tiene retorno, y en la madrugada es imparable.
Minutos antes de empezar, mis manos sudaban frío, mis piernas muy rígidas me pesaban, todo comenzó y terminó bien. Cronómetro en mano, Paco y Jimmy al lado para cualquier imprevisto, amigos y conocidos en el público, mi madre, nadie tiene idea de lo que estaba sintiendo, leyendo los subtítulos para memorizarlos, contando los segundos y milisegundos que hay entre cada subtítulo, los minutos que faltan para terminar...
Mientras avanza la función, el cuerpo y la mente se relajan, la tensión es menos hasta que se me olvida por completo cuan nerviosa estaba. Comienzo a disfrutar el lugar, la película, la noche, la música. Me siento viva, esos malditos nervios que nunca dejaré de sentir mientras viva, mientras haga algo que me emocione, mientras sienta.
Haciendo un recuento de funciones donde me he sentido igual de nerviosa, en el zócalo cuando proyectamos los subtítulos de Maradona by Kusturica durante el FICCO, ese mismo año en Guadalajara en el Auditorio Telmex estuvimos tras bambalinas con Emir Kusturica porque además de presentar la película dio un concierto con su The No Smoking Orchestra, las funciones con Tarantino como público en el FICM, que fueron muchas porque ve de 3 a 5 películas seguidas alimentándose solamente de la dulcería del cine, este año recientemente River of Fundament, la primera función que tuvimos en Bellas Artes, Metrópolis en el Auditorio Nacional, en fin, tantas y tantas proyecciones donde los nervios son nuestro principal invitado.
Volviendo al concierto/función de Emir Kusturica, nos recuerdo a Paco y a mí en el piso atrás del escenario, escribiendo algo al respecto y diciéndonos "esto es lo más grande que hemos hecho", y ese momento ocurrió hace 7 años, muchas cosas increíbles nos han ocurrido desde entonces, sin embargo, no perdemos vista que, aunque hubiera una sola persona en el público, debemos hacer bien nuestro trabajo y, por lo tanto, sentirnos nerviosos
Azucena Benavides
Co-directora y coordinadora de subtitulaje en Say the SAME Subtitles